En la comparación entre junio del año anterior y la de de 2023, se detectó una caída del 41 por ciento.
El Gobierno de Brasil informó este jueves que la deforestación en la Amazonía en el primer semestre de este año, en comparación con el mismo período del anterior, disminuyó en un 33,6 por ciento.
Los datos fueron publicados por el Sistema de Detección de Deforestación en Tiempo Real (Deter), del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) y fue presentada este jueves (6) por el Ministerio del Medio Ambiente (MMA).
La Amazonía brasileña perdió 2.649 kilómetros cuadrados de cobertura vegetal entre enero y junio, lo que representa un área inferior a la de los seis primeros meses de 2022 con una afectación de 3.988 kilómetros.
Una de las acciones identificadas como claves para salvaguardar la selva amazónica es la reanudación de la inspección ambiental. En comparación con la primera mitad de 2022, los primeros seis meses de 2023 vieron un aumento del 348 por ciento en el número de evaluaciones, que llegó a 1.141.
Entre tanto, en la comparación entre junio del año anterior y la de de 2023, se detectó una caída del 41 por ciento.
Por su parte, la ministra del Medio Ambiente, Marina Silva, expresó que “la deforestación estaba aumentando exponencialmente. Ahora hay una tendencia constante a la baja de la deforestación en la Amazonía”.
“La decisión del presidente Lula de asumir como política de Gobierno la idea de que la política ambiental es transversal, es algo intangible, pero muy potente. De los diez decretos del primer día de Gobierno, cinco fueron en el área de medio ambiente. No podíamos quedarnos quietos. Con las herramientas que teníamos, estábamos haciendo el trabajo”, señaló Marina Silva.
Otros datos de la Amazonía y el Cerrado
Sin embargo, Deter indicó que en el Cerrado, la sabana más grande del mundo, hubo un aumento del 21 por ciento en el primer semestre en comparación con el mismo período del año anterior.
De acuerdo a Murilo Pajolla, quien publicó un artículo en la plataforma Brasil de Fato el pasado 23 de junio, “en 2022, la deforestación en todos los biomas de Brasil fue un 22 por ciento superior a la del año anterior. El Cerrado y la Amazonía fueron escenario del 90 por ciento de toda la devastación registrada en el país. Cada segundo, se talan alrededor de 21 árboles en la Amazonía brasileña”.
Asimismo, precisaron que la triple frontera entre Amazonas, Acre y Rondonia recibe el nombre de Amacro, la unión de las siglas de los estados (AM, AC, RO), y esta región concentró una cuarta parte de toda la deforestación en la Amazonía brasileña registrada el año pasado.
“El epicentro de la devastación ambiental de Lábrea se encuentra a unos 300 kilómetros en línea recta del casco urbano del municipio. El sociólogo Marcelo Horta, vecino de Lábrea e investigador en gestión territorial, señala que la región denominada Ponta do Abuna y el municipio de Boca do Acre (Amazonas) son los principales responsables de colocar a la ciudad en el tope del ranking de deforestación del país. Allí se concentran los ganaderos y acaparadores de tierras que vinieron del estado de Rondônia en busca de nuevas tierras que explotar”, señaló Murilo Pajolla.
Fuente: teleSURtv