Investigadores de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), de Ecuador, descubrieron una nueva especie de rana de cristal, que habita únicamente en bosques húmedos del Refugio de Vida Silvestre El Zarza, situado en la cordillera del Cóndor, entre 1.434 y 1.480 metros sobre el nivel del mar.

Esta rana es fácilmente identificable por su dorso moteado con manchas blancas, vientre parcialmente transparente, ojos con reticulaciones negras y huesos verdosos.

“Por desgracia, esta especie está amenazada debido a la pérdida de hábitat por las actividades mineras”, indicó la UTPL en un comunicado.

Ecuador es uno de los 20 países megadiversos del mundo debido a su ubicación en el neotrópico, la presencia de la cordillera de los Andes y la influencia de las corrientes oceánicas en sus costas.

Estos factores permiten la existencia de especies únicas en el mundo y, por los mismos factores, muchas de ellas aún no han sido identificadas o registradas, pues la dificultad de acceso a los lugares donde se encuentran y la gran cantidad de especies hacen difícil la tarea.

Con este contexto, un equipo de investigadores de la UTPL, integrado por María Córdova, Daniel y Santiago Hualpa y el profesor de Biología Jozsef Paul Székely, se embarcaron en enero de 2020 en un proyecto para elaborar un inventario de anfibios en la región sur del país.

Durante la expedición y en colaboración con guardaparques del Refugio de Vida Silvestre El Zarza, en el cantón Yanzatza (provincia de Zamora Chinchipe), el equipo identificó y describió una nueva especie de rana de cristal, a la que denominaron Centrolene Zarza.

La investigación reveló que este tipo de rana prefiere vivir y reproducirse en la vegetación cercana a los arroyos, donde las ranas macho producen sus singulares cantos.

La descripción e identificación de especies desconocidas es fundamental, pues solo con esto se logra medir el nivel de riesgo en el que se encuentran y los posibles peligros asociados a las distintas problemáticas ambientales que influyen en la extinción de especies, indicó la UTPL.

Pero más allá de la identificación para conservación, en muchos de los casos incluso se puede conseguir aplicaciones médicas o en otras áreas que beneficien al ser humano.

Fuente: Swissinfo

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