El 9,4% de los jóvenes españoles de entre 16 y 24 años era ‘nini’ en el segundo trimestre de este año, es decir, ni trabajaba ni estudiaba, pese a la mejora del mercado laboral, aunque el dato es inferior a la media del conjunto de 2022 (11,7%).

Así se desprende del último ‘Informe Jóvenes y Mercado de Trabajo’, elaborado por la Secretaría de Estado de Empleo y Economía Social, que refleja que la tasa de ‘ninis’ crece si se tienen en cuenta también a los jóvenes de hasta 29 años.

En el perfil de quienes no trabajan, el informe cita también a los jóvenes que se declaran “desanimados”, que son personas sin trabajo, disponibles para trabajar en un período de dos semanas y que no han buscado empleo en las cuatro últimas semanas porque consideran que no hay ningún empleo adecuado disponible.

En el segundo trimestre de 2023, los inactivos “desanimados” de 16 a 24 años registraron con respecto al trimestre anterior un crecimiento del 98,2% y los de 16 a 29 años crecieron un 30%. No obstante, los “desanimados” de 16 a 24 años representaron en promedio tan solo el 0,2% de la población joven (16-24) y alrededor del 0,7% de la población activa de esa edad.

El informe refleja la bajada del paro de los jóvenes y el incremento en su tasa de actividad, ya que el número de activos de 16 a 24 años subió interanualmente un 1,9% en el segundo trimestre de 2023. Si se amplía el foco hasta los 29 años, la población activa registró una variación positiva del 2,7% respecto al mismo trimestre del año precedente y la ocupación del 3,3%. Además, el 36,9% de los jóvenes de 16 a 24 años eran activos en el segundo trimestre de 2023. Considerando los jóvenes de 16 a 29 años, este porcentaje se eleva hasta el 54,2%.

En el primer trimestre de 2023, último dato disponible en Eurostat para el conjunto de la Unión Europea (UE) y de la Eurozona, la tasa de actividad de los jóvenes en España correspondiente a la población de 15 a 24 años era del 31,2%, 10,7 puntos por debajo de la media de la eurozona y 9,1 puntos menos que la UE, que se sitúan en el 41,9% y 40,3%, respectivamente.

Ello contrasta con el primer trimestre del 2007, antes del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, cuando la tasa de actividad de los jóvenes en España (46,4%) superaba a la de la Eurozona (43,2%) y a la de la UE (40,7%).

Nivel de estudios 

Además, los jóvenes ocupados hasta 29 años con nivel educativo bajo están infrarrepresentados en el empleo, pues constituyen el 22,5% de los ocupados en ese rango de edad. En sentido contrario, los ocupados con nivel de estudios alto suponen el 48,6% del total del empleo en ese grupo etario.

Los jóvenes con bajo nivel educativo presentan en el segundo trimestre de 2023 unas tasas de empleo más bajas: para los de 16 a 24 años la tasa de empleo se sitúa en el 17,3%, frente al 25,0% en el nivel medio, mientras que en los jóvenes de hasta 29 años se sitúa en el 27,8% y el 34,5%, respectivamente.

Por el contrario, para los jóvenes con nivel de estudios alto, las tasas de empleo se mantienen en niveles muy superiores, a la vez que representan más de la mitad de los ocupados de esa edad: la tasa de empleo alcanza el 57,8% entre los jóvenes de hasta 24 años y el 73,4% entre los de hasta 29 años.

Tasa de paro 

Por otra parte, la tasa de paro de la población de 16 a 24 años se sitúa en el 27,9%, 7,8 puntos superior a la del grupo de 16 a 29 años, y 16,3 puntos más alta que la de la población de 16 a 64 años.

Entre los países europeos con la tasa de paro juvenil más baja se encuentran Alemania (5,5%) Eslovenia (7,0%) y Chequia (7,7%).

En España la tasa de paro joven (15-24) supone aproximadamente el doble que la tasa de paro del conjunto de la población (16-64) desde el inicio de la crisis de 2008. En 2020 la relación entre ambas tasas alcanzó su máximo (2,5), aunque en 2022 esta ratio bajó a 2,3, según Eurostat.

Con respecto al paro de larga duración, esta tasa tiende a converger entre los hombres y las mujeres de 15 a 24 años, siendo 0,2 puntos superior entre los varones.

Cabe destacar que, históricamente, la incidencia del paro de larga duración en los jóvenes es más reducida que en los adultos. En concreto, de las 1.089.900 personas en este situación en el primer trimestre de 2023, 93.200, un 8,6%, eran jóvenes de 15 a 24 años, según datos de Eurostat recogidos por el informe del Ministerio de Trabajo.

Temporalidad y parcialidad 

En cuanto a la parcialidad, los jóvenes asalariados de 16 a 24 años ocupan puestos de trabajo con jornada a tiempo parcial en una proporción muy superior a la media: 38,6% frente al 13,5% para la población de 16 años y más en el segundo trimestre de 2023. La tasa de parcialidad entre los asalariados de 16 a 29 años se sitúa en el 25,4%,11,9 puntos superior a la del total de asalariados.

Por último, sobre la temporalidad, el informe explica que “históricamente, los trabajadores jóvenes se han caracterizado por presentar unos niveles de contratación temporal muy elevados. Sin embargo, desde la entrada en vigor de la última reforma laboral esta tendencia se ha revertido”.

De esta manera, en julio de 2023 el 39,5% de los contratos a jóvenes de 16 a 24 años fueron indefinidos, frente a un 7,4% en julio de 2007. No obstante, hay vías especificas de acceso de los jóvenes al mercado laboral, tales como los contratos formativos o de prácticas.

Fuente: El Economista

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