El fenómeno ‘El Niño’ y el calentamiento global son los principales responsables de la grave sequía que vive la Amazonía, la peor en más de 40 años, y que podría prolongarse hasta enero, según afirmó a Xinhua Francisco Aliseu Aquino, climatólogo y profesor de Geografía de la Universidad Federal de Rio Grande del Sur (UFRGS).

En una entrevista concedida, Aquino se refirió a la sequía provocada por la falta de lluvias, que ha provocado una notable disminución de algunos de los mayores ríos de Brasil, impidiendo la navegación y afectando la vida de miles de personas de la región.

“El evento El Niño, que está en curso y en desarrollo, por lo general impide la distribución regular de la lluvia en la Amazonía. Y en muchos casos de hecho inhibe la ocurrencia de precipitaciones. Considerando que junio, julio y agosto son meses tradicionalmente secos en la Amazonia, El Niño favorece una mayor disminución de las precipitaciones en el período que ya sería más seco, y también contribuye a retrasar la entrada de la estación lluviosa, que debería ocurrir alrededor de noviembre”, explicó.

De acuerdo al experto, otro factor influyente es el calentamiento global, en tanto, por ejemplo, el Atlántico Norte se encuentra anómalamente cálido en los últimos tres a ocho meses, lo que dificulta la migración hacia el sur de la zona de convergencia de los vientos alisios y no llega humedad a la Amazonia.

“En noviembre, las precipitaciones deberían volver debido a toda la migración hacia el verano en el hemisferio sur, pero con El Niño en pleno apogeo, debemos mantener o vigilar la continuación de la sequía, que podría ser la más grave registrada en la región de varias cuencas dentro de la Amazonia”, comentó el climatólogo.

Para el profesor de la UFRGS, el mayor desafío para las personas que viven en la región o en los países que forman parte de ella es la sequía. En el caso particular de la región amazónica, se dificulta la posibilidad de desplazarse, de acceder a las comunidades, al apoyo médico, a los alimentos, al combustible, y otras necesidades.

Asimismo, la sequía y la disminución del caudal de los ríos representa la muerte de millones de peces, por la falta de oxígeno y por el aumento de la temperatura del agua. “Tenemos que hacer hincapié en la fauna de los ríos, que tendrá que sucumbir a la falta de agua completa”, explicó.

En opinión del especialista, no se puede hacer nada contra un fenómeno como El Niño, “entonces, sin duda, lo que podemos hacer para aumentar la resiliencia y mitigar estos efectos, es enfrentar o eliminar la deforestación, aumentar las inspecciones y la legislación para la preservación del medio ambiente, especialmente en la región amazónica, que es nuestro foco en este momento, pero sin duda para otros biomas como el Cerrado, que es adyacente a esta región”, concluyó. 

Fuente: Xinhua

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