Defensa comprará nueve sistemas y un total de 27 aviones no tripuladas de este UAV que servirá para para misiones de inteligencia, reconocimiento y vigilancia y que puede ir armado.
El Gobierno daba luz verde esta semana a la reprogramación y a la modificación de los límites de gasto de siete programas de armamento por unos 4.000 millones con cargo a ejercicios futuros. Así se desprende de la referencia posterior del Consejo de Ministros, en la que, además, se autoriza la inversión de otros 742,9 millones para la adquisición de nuevo armamento y otros 91,9 para nuevo material para la Unidad Militar de Emergencias (UME).
En concreto, el gasto más cuantioso (3.929 millones) es para adquirir compromisos de gasto con cargo a ejercicios futuros, “a fin de posibilitar al Ministerio de Defensa la reprogramación de siete Programas Especiales de Modernización de las Fuerzas Armadas” e iniciar su licitación. Se reajustan tres y se autorizan cuatro nuevos. Una de estas partidas es la que va destinada a la adquisición de nueve sistemas aéreos remotamente tripulados tácticos de altas prestaciones (Sirtap), así como el apoyo inicial logístico necesario. El importe de este proyecto asciende a 500.000.000 euros y afecta a las anualidades entre 2023 y 2031.
Pero, ¿qué es exactamente este Sirtap, la aeronave no tripulada en la que vienen trabajando España y Colombia desde hace algunos años?
Se trata, a grandes rasgos, de una aeronave de gran envergadura, con 7,3 metros de largo por 12 metros de punta a punta de cada ala, una altura de 2,2 metros y un peso de 750 kilos, pensada para misiones de inteligencia, reconocimiento y vigilancia.
El núcleo de este sistema estará formado por una potente cámara electróptica e infrarroja y un radar para la detección de los objetivos.
Diseñado para volar en las condiciones ambientales y operativas más duras, el UAS estará certificado para volar en el espacio aéreo segregado y realizar operaciones civiles, todo posible con la misma plataforma.
Sirtap, según la propia web oficial de Airbus, operará bajo cualquier condición climática, gracias a un sistema de protección contra hielo y amplitud de alta temperatura, puede operar entre -40⁰C a +50⁰C. Con más de 20 horas de autonomía y volando a una altitud de 21.000 pies, el UAS táctico es apto para misiones diurnas/nocturnas y marítimas de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR), proporcionando una respuesta rápida para la inspección de objetivos cercanos.
Las alas y el rotor del SIRTAP se pueden desmontar fácilmente para permitir el transporte en contenedores estándar tanto por tierra como por aire en un avión de transporte como el C295, que puede transportar dos SIRTAP en un vuelo.
El proyecto lleva algunos años cocinándose. Airbus dio los primeros pasos en 2015 a petición del Ministerio de Defensa español. La compañía tomó como punto de partida el dron “Atlante”, un demostrador tecnológico desarrollado a riesgo junto con otras compañías españolas. Por el camino, España y Airbus convencieron además a Colombia en 2017 para que entrará en el programa.
Airbus encara la recta final de la fase de diseño pendiente de la financiación, que ahora, con la decisión del Consejo de Ministros, empezará a llegar. Todo está prácticamente atado. Ya hay incluso una previsión de los drones que comprará cada país. En un principio, el compromiso son los nueve anunciados por España y seis sistemas para Colombia. Cada sistema estará compuesto por tres aviones con sus respectivas antenas de comunicación, por lo tanto, el Ministerio de Defensa español recibiría 27 aviones y el colombiano 18. Además de los aparatos, cada sistema incluye dos cámaras, que serán intercambiables, una estación de control en tierra y un equipo de recepción de datos.
Las Fuerzas Armadas españolas necesitan un dron de este tipo a medio plazo. El Sirtap está llamado a ser el sustituto en torno antes de 2030 del sistema remotamente tripulado Searcher, de fabricación israelí y en servicio en el Ejército de Tierra, que está ya en el final de su vida operativa, y también entraría en operación en el Ejército del Aire. Colombia, por su parte, debe reemplazar en torno a las mismas fechas sus drones “Hermes 459″, también de diseño hebreo.
Lo único que faltaba era el presupuesto, como ocurre en otros programas de modernización de las Fuerzas Armadas. En este punto, la compañía espera firmar antes de que finalice el año un acuerdo con el Ministerio de Defensa español para poner en marcha la fase de producción. Si esto se produce, la empresa afirma que el prototipo podría estar volando dentro de tres años y la entrada en servicio tendría lugar un año después, tras la pertinente campaña de pruebas de vuelo.
Desde el punto de vista industrial, Sirtap supone un reto para la industria aeronáutica española que aspira a ser un referente en Europa en el desarrollo de aeronaves no tripuladas de estas características. Airbus, como líder el proyecto, ya ha confeccionado un plan industrial para involucrar a las principales empresas del sector aeronáutico español. El objetivo al final es que en torno al 90% de los equipos y sistemas que forman parte del aparato incorporen el sello “Made in Spain”.
En el ámbito militar, el dron estará enfocado en las conocidas como misiones ISR (Reconocimiento, Vigilancia e Inteligencia), aunque tiene margen de crecimiento. Por ejemplo, estará preparado para portar armamento. Para ello, contará de fábrica con la estructura interna para hacer la integración y con puntos fijos debajo de las alas para cargar los misiles. También podrá lleva un radar específico de patrulla marítima.
España también trabaja en el Euromale RPAS
España trabaja paralelamente en otros proyectos de aeronaves no tripuladas como el EuroMALE 2025 RPAS, el programa europeo de cooperación más importante en el ámbito de los drones y las aeronaves no tripuladas que surge del acuerdo alcanzado en el Consejo Europeo de diciembre de 2013 entre los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea.
Su finalidad será proporcionar a las fuerzas armadas de los países implicados un sistema aéreo estratégico operacional dotado de una elevada capacidad de reconocimiento, vigilancia y adquisición de objetivos para poder realizar misiones ISTAR (Intelligence, Surveillance, Target Acquisition and Reconnaissance). Para conseguirlo hay que desarrollar una especie de avión planeador que pueda volar a cotas medias (con un techo máximo del orden de los 13 kilómetros) y permanecer en el aire alrededor de 24 horas.
España, con un 23% de participación, forma parte del grupo inicial de cuatro naciones que han entendido que la colaboración internacional es el instrumento más adecuado para desarrollar de forma equilibrada sus capacidades en el ámbito de los Sistemas Remotamente Tripulado (RPAS) de gran autonomía y vuelo a altitud media o MALE (acrónimo de Medium Altitude Long Endurance) y, desde octubre de 2016, está asociada con Alemania (31%), Francia (23%) e Italia (23%) para hacer realidad el proyecto.
El desarrollo del Eurodrone garantizará a Europa la soberanía en el área ISTAR dentro de los no tripulados (UAS) y fomentará la base tecnológica e industrial de defensa europea (EDTIB) en los países participantes, reduciendo la brecha tecnológica con otros actores globales, que han dominado tradicionalmente en este campo. El Eurodrone podrá integrarse en el tráfico aéreo civil y operar en espacio aéreo no segregado, cuando la regulación lo permita, y se diseñará para convertirse en uno de los pilares principales de cualquier sistema aéreo de combate futuro, como el Futuro sistema Aéreo de Combate (FCAS).
Su finalidad será proporcionar a las fuerzas armadas de los países implicados un sistema aéreo estratégicooperacional dotado de una elevada capacidad de reconocimiento, vigilancia y adquisición de objetivos para poder realizar misiones ISTAR (Intelligence, Surveillance, Target Acquisition and Reconnaissance). Para conseguirlo hay que desarrollar una especie de avión planeador que pueda volar a cotas medias (con un techo máximo del orden de los 13 kilómetros) y permanecer en el aire alrededor de 24 horas.
En el proyecto, gestionado por la OCCAR, trabajan Alemania, Francia, Italia y España y, de hecho, el Ministerio de Defensa español ya ha presupuestado una inversión de casi 1.900 millones de euros para este programa.
Este importe, autorizado por el Ministerio de Hacienda, incluye el desarrollo, producción y apoyo a la entrada en servicio, así como el apoyo logístico del programa Euromale.
En concreto, España invertirá 1.739,3 millones de euros en las fases de desarrollo y producción de los cuatro sistemas adquiridos (un total de 12 drones). Cada uno de esos sistemas está compuesto por tres drones y dos estaciones de control en tierra (GCS, por sus siglas en inglés). Desde estas estaciones, los pilotos dirigen los movimientos del dron y supervisión el correcto funcionamiento de los sensores y las cámaras que incorpora durante la misión. En total, el pedido final podría ascender a seis sistemas, es decir, 18 aviones no tripulados. El sistema incluye además un paquete de repuestos y equipos de apoyo en tierra.
Además, hay que sumar otros 150,5 millones para apoyo a la entrada en servicio inicial durante cinco años desde la recepción del primer sistema por parte de España. Las Fuerzas Armadas recibirán el primer aparato de serie en torno a 2029. El pasado mes de diciembre, el Consejo de Ministros autorizó la concesión directa de dos préstamos por valor de 2.137 millones a la empresa Airbus para los programas de los helicópteros de ataque “Tigre MK III” y del futuro dron europeo “Euromale”, con el objetivo de financiar la participación española en estos programas entre 2022 y 2028. Del total, 1.429,4 millones serán para el programa de vehículos aéreos no tripulados.
España participará en el programa con un 23%,, el mismo porcentaje que Francia e Italia, mientras que el 31% queda para Alemania. El retorno industrial calculado hasta la fecha se estima que alcanzará un mínimo de un 19%. Airbus, contratista principal, ya anunció en 2020 que tiene previsto construir el fuselaje del futuro avión remotamente tripulado en España. En el proyecto también participan otras empresas españolas.
El programa recoge la producción de 20 sistemas para los cuatro estados miembros durante algo más de 13 años, hasta 2034. El primer vuelo está previsto en 2025 y la entrega de los primeros aparatos de serie, si no hay contratiempos, será en 2028.
El Euromale será de mayor tamaño que el Sirtap (16 metros de largo frente a 7,3 y 26 de ala a ala frente a 12), siendo, de hecho, estas dimensiones, para hacerse una idea, superan en envergadura alar a la de los actuales cazas de combate Eurofighter y F-18 en servicio en el Ejército del Aire español juntos.
Para hacernos a una idea, el MQ-9 Reaper, el principal dron de Estados Unidos, mide 11 metros de largo, 3,8 de alto y su envergadura es de 20. El peso máximo al despegue es de 4.760 kilos, la mitad que el Eurodrone, su velocidad máxima de 482 km/h y el techo de vuelo de 15.420, en este caso un poco superior al de la aeronave no tripulada europea.
Fuente : Larazon