Taller de alto nivel se realiza en la sede de la CEPAL, en preparación de un informe especial sobre la región para el reporte del World Energy Outlook (WEO) 2023, de la Agencia Internacional de Energía.
América Latina y el Caribe necesita avanzar con urgencia hacia la transición energética, con mayor producción de energías renovables, universalizando el acceso a la energía y aumentando la eficiencia energética entre otras medidas, señalaron hoy autoridades y expertos reunidos en la sede de la CEPAL en Santiago en Chile.
El “Taller de Expertos de Alto Nivel para el Informe Especial sobre América Latina del World Energy Outlook 2023 de la IEA” se realiza este 16 y 17 de marzo para recoger la información, necesidades y oportunidades que presenta la región en materia energética, en preparación de un informe especial, el WEO-2023 Latin America Energy Outlook (Panorama de la energía en América Latina), que será incluido en la próxima edición del reporte anual que prepara la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés).
Las reunión cuenta con la participación de altos directivos de la IEA, autoridades de nivel ministerial de varios países de la región y expertos de organismos internacionales, regionales y multilaterales como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Fue inaugurada por el Secretario Ejecutivo de la CEPAL, José Manuel Salazar-Xirinachs, como anfitrión del encuentro, quien señaló que la transición energética se constituye no solo en una alternativa para apoyar el acceso, la seguridad energética y la sostenibilidad ambiental, sino en un motor de transformación productiva y del estilo de desarrollo para la región.
“La situación actual de crisis en cascada y sus efectos para América Latina, incluyendo el aumento de la pobreza, una nueva década perdida en crecimiento económico, alta inflación y restricciones fiscales, han puesto en evidencia la fragilidad y vulnerabilidad de los sistemas energéticos de los países, con impactos negativos en la seguridad, equidad y sostenibilidad energética. Estas crisis han afectado de manera especial a los hogares de los quintiles más vulnerables, empeorando la situación de pobreza e inequidad”, subrayó el alto funcionario de las Naciones Unidas.
Recordó que a pesar de los avances en cobertura eléctrica de la región (que alcanza al 97% de la población), todavía existen 16 millones de personas sin acceso a este vital servicio y 77 millones no tienen acceso a sistemas de cocción limpia. A eso se suma la alta fragilidad de los países que dependen de las importaciones de combustibles fósiles (gas y petróleo), lo que devela también su baja diversificación y renovabilidad en su matriz energética. Todo esto nos aleja del cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible 7 (“Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos”), cuyo avance es insuficiente o muy lento para alcanzar las metas de proporción de renovabilidad y de eficiencia energética en la región como un todo, indicó.
“Debemos redoblar los trabajos y esfuerzos de aceleración de las rutas nacionales de transición energética basadas en renovables. Más aún cuando las materias primas y capacidades humanas están ampliamente disponibles en la región y pueden ser aprovechadas en forma sostenida. Me refiero al viento, el agua, el sol, los minerales críticos, así como las capacidades de ingeniería y trabajo que agregan valor a lo largo de toda su cadena productiva”, remarcó Salazar-Xirinachs.
La CEPAL plantea la transición energética como un proceso de transformación sostenible del sistema energético que requiere un nuevo ecosistema de gobernanza, inversiones dirigidas y marcos regulatorios modernos, así como la adaptación de las instituciones y las políticas públicas.
El organismo regional de las Naciones Unidas propone cinco pilares de acción simultánea: 1) Incrementar la energía renovable en la matriz energética; 2) Universalizar el acceso a la electricidad basada en renovables y disminuir la pobreza energética; 3) Incrementar la eficiencia energética en todos los sectores; 4) Fortalecer la complementariedad, integración e interconexión regional; y 5) Aumentar la seguridad y resiliencia energética ante choques externos.
“En este contexto energético tan complejo para la región fruto de la guerra en Ucrania, es vital realizar un análisis exhaustivo y detallado que permita explorar las oportunidades y desafíos en materia energética en cada país, así como los avances y acciones que se realizan en los países latinoamericanos y caribeños en términos de eficiencia energética, transporte limpio, ciudades sostenibles y energías renovables orientados a lograr una transición energética justa, sostenible e inclusiva, que verdaderamente aporte a los objetivos de descarbonización de la economía, en línea con París 2015”, declaró finalmente el Secretario Ejecutivo de la CEPAL.
Fuente : Cepal