El líder del conservador Partido Popular (PP), Alberto Nuñez Feijóo, obtuvo hoy una victoria amarga en las elecciones generales de España al no poder alcanzar la mayoría absoluta para formar gobierno ni aliado con la ultraderecha de Vox, mientras que los socialistat de Pedro Sánchez (PSOE), resisten, y podrían seguir gobernando en coalición, con el 95% del voto escrutado. De lo contario, España caería en un escenario de bloqueo y deberá llamar a nuevas elecciones.
El PP obtuvo 136 diputados con el 32,77% de los votos, mientras el PSOE conquistó 122 curules en el Congreso con el 31,86%.
Así, Feijóo no alcanza la mayoría absoluta, fijada en 176 diputados, sumando los 33 diputados del ultraderechista Vox, al quedarse en 169 escaños.
En tanto, el Partido Socialista tendría opciones de forjar una nueva coalición progresista para mantenerse otra legislatura al frente del gobierno. Sánchez, que contaría con los 31 diputados de la coalición progresista de Sumar, debería buscar otros apoyos de partidos menores para lograr ser investido presidente.
En este escenario, Sánchez tiene más aliados a los que recurrir entre las formaciones minoritarias, incluyendo partidos nacionalistas e independentistas vascos y catalanes, mientras el PP podría tener a Vox, y casi como único aliado.
El rol de los catalanes
Pero si los partidos no lograr negociar una mayoría viable, ni de derecha ni de izquierda, el país llegaría a una situación de bloqueo y se vería abocado a nuevas elecciones dentro de unos meses, en noviembre o diciembre.
“Esto pasaría si la llave del gobierno recae en Junts per Catalunya. No veo posible un pacto PP-PSOE para que gobierne la lista más votada, como pide Feijóo”, dijo a LA NACION Lluís Orriols, catedrático de la Universidad Carlos III de Madrid. Tanto el PSOE como el PP consideran inaceptable el pedido de un referéndum de autodeterminación que exige Junts, el partido del expresidente catalán Carles Puigdemont, exiliado en Bruselas, a cambio de sus votos en el Congreso.
La coalición oficialista dependería entonces de una abstención de los 7 diputados que acumuló Junts en estas elecciones para evitar un bloqueo, lo que le aseguraría a Sánchez un nuevo mandato al frente de la Moncloa, según informaron medios locales.
Así, el independentismo – aunque se vio dañado en las urnas tras pasar de 23 diputados hace cuatro años entre ERC, Junts y la CUP, a 14 este domingo- vuelve a tener un rol clave para definir estas elecciones.
Feijóo solo tendría una opción, aunque muy remota, de ser investido presidente. Se trataría de formar un gobierno monocolor apoyado desde fuera por Vox, el Partido Nacionalista Vasco y Unión del Pueblo Navarro. Sin embargo, el PNV ha descartado formar parte de cualquier tipo de coalición al lado de “la extrema derecha” de Vox. Podría considerarse también la unión con Coalición Canaria, aunque siempre se mostró contrario a pactar con la extrema derecha.
Lo cierto es que, como menciona El País, “el laberinto del Congreso se ha complicado aún más y resulta muy complicado conjeturar cuál puede ser la salida”.
El resultado del escrutinio oficial hasta el momento contrasta con las encuestas preelectorales que otorgaban una aplastante victoria al Partido Popular de Feijóo, y anula la posibilidad de que llegara al poder de la mano de Vox, lo que habría dado paso a un gobierno de formación de ultraderecha por primera vez desde la dictadura de Francisco Franco que finalizó en la década de 1970.
En cambio, Sánchez, con un historial de victorias electorales contra pronósticos adversos, podría sumar una más a su cuenta.
Fuente: La Nacion