Uno de los dispositivos que más popularidad ha tenido en los últimos años, son los drones, ya que cada vez es más normal que tanto para uso personal como para el trabajo ver una de estas aeronaves sin tripulante surcando los cielos, no obstante, lo que muchas personas desconocen es que estos tienen una normativa de uso que se debe cumplir para no tener problemas.
Los drones se han vuelto muy populares en los últimos años, esto es por la experiencia que nos ofrece y todas las aplicaciones que tiene, pero como en todo, un mal uso de estos dispositivos puede causar serios daños y problemas en términos de privacidad y en algunos casos incluso de seguridad.
Es por ello que la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) tiene una normativa específica para el uso de drones en España. El problema, tal y como ha descubierto Pons Mobility es que el 85% de los españoles reconoce desconocer si siquiera existe tal regulación, y muchos menos qué es legal y qué no.
Normativa española
En primer lugar, tienes que saber que si tu dron pesa más de 250 gramos, es obligatorio tener un certificado de conocimientos mínimos de pilotaje. Aunque por norma general lo de venta al público suelen pesar menos.
A su vez hay una serie de prohibiciones y limitaciones en nuestro país, por ejemplo, el dron siempre se debe volar al alcance visual del piloto, nunca debe sobrepasar los 120 metros de altura y no se podrá volar en un radio de 8 kilómetros de cualquier aeropuerto, aeródromo o espacio aéreo controlado.
Otro aspecto que suele pasar desapercibido por los usuarios es que al tener cámaras los drones siempre se debe proteger el derecho a la intimidad de las personas y por ello hay que tener especial cuidado con la divulgación de la imágenes ya que podrías estar inclumpliendo la Ley de Proteccion de Datos.
Sanciones
La AESA hace distincción entre el uso de dron profesional y recreativo, y por lo tanto determina distintas sanciones en función de para qué lo estabas usando, a esto se le suma el pago de la indeminzación por bienes materiales.
En el caso de uso recreativo existen tres tipos de categorías, las infracciones leves que son multas de 60 a 45.000 euros, las graves(accidentes u otros daños) que van desde los 45.001 a los 90.000 euros y por último las muy graves (accidentes severos o incluso la muerte) que ascienden a multas de entre 90.001 hasta los 250.000 euros.
En el caso de que seas un profesional también hay tres categorías. Las sanciones leves van de los 4.500 a los 70.000 euros, las graves van desde los 70.001 a los 250.000 euros y finalmente las muy gravesparten de los 250.000 a los 4’5 millones de euros.
Fuente: El Economista