El grupo STC (Saudí Telecom Company) ha comunicado extraoficialmente al Gobierno su intención de mantener su actual 4,9% del capital de Telefónica y de renunciar a convertir en acciones con derecho a voto el 5% que ahora atesora en derivados. Según ha podido confirmar elEconomista.es de fuentes conocedoras de la situación, el grupo saudí prevé zanjar la controversia respecto a su presencia en el seno de una compañía considerada por el Ejecutivo en funciones como la “empresa más estratégica del país“.
Con este giro en la situación, el grupo que lidera Olayan Mohammed al-Wetaid pretende reforzar las relaciones que mantiene con España, sin poner a prueba al Gobierno de Pedro Sánchez. Entre otros intereses compartidos, España y Arabia Saudí también colaboran estrechamente en empresas como Navantia -con relevantes contratos de buques de guerra-, Ferrovial -con el AVE a la Meca, o FCC -metro de Riad-, así como otros negocios con Renfe, Ineco, Acciona, Aqualia, y sin olvidar las recurrentes exportaciones petroleras. En total, el stock de inversiones encarriladas superan los 600 millones de euros.
Lejos de echar un pulso al Gobierno, los planes del fondo soberano saudí pasan por formar un núcleo duro en Telefónica junto al propio Estado español, ya sea a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) o de la propia Indra, tecnológica también participada en el 27,9% por el vehículo empresarial público. De esa forma, entre los horizontes futuribles destaca la transferencia a la compañía que preside María Belén Gualda o Marc Murtra del 5% de STC en el capital de Telefónica, a través de instrumentos financieros, desvelados el pasado 5 de septiembre.
La renuncia de STC Group a elevar su participación en la multinacional española también supone un respiro de alivio para Pedro Sánchez, presionado por su socio Sumar desde el primer momento. En concreto, Ernest Urtasun, portavoz del partido, ya reconoció en declaraciones a La Sexta que era un movimiento “equivocado, de privatizaciones, liberalizaciones y desintereses por la política industrial”. Acto seguido, Urtasun ya anticipó que Sumar tomaría iniciativas políticas como “participaciones públicas en empresas estratégicas, para limitar al 5% la entrada en sectores estratégicos clave en nuestro país”.
Los intereses empresariales compartidos de España y Arabia Saudita superan los 600 millones de euros
Fuentes del Gobierno han declinado manifestarse sobre la cuestión, conscientes de que se trata de una compañía cotizada, por lo que cualquier tipo de valoración resultaría extremadamente sensible en los mercados. Como ya indicó hace justo una semana Nadia Calviño, vicepresidenta primera del Gobierno, a preguntas de elEconomista.es en la reciente cumbre informal de ministros europeos de telecomunicaciones, “el gobierno no hace valoraciones” en relación a STC y Telefónica. Otras fuentes del sector, próximas al Ejecutivo, recuerdan a este periódico que en este tipo de cuestiones “la Administración suele hablar por escrito”.
Ante la publicación en elConfidencial de que la Sepi estudia irrumpir en el capital de Telefónica, el Gobierno considera esta posibilidad como una simple “especulación”. Desde la Moncloa tampoco se toma por ahora en consideración la entrada de Indra en el capital de Telefónica, un movimiento con el que la teleco incorporaría una participación estatal en su capital, como ya disponen otras referencias europeas del sector, como Orange, Deutsche Telekom o Telia Sonera.
La opinión del ejecutivo no ofrece dudas una vez que considera a Telefónica como una de las empresas más estratégicas en España, “por no decir la más estratégica”, debido a su importante papel en el ámbito de las telecomunicaciones y el ámbito de la defensa. “Desde el Gobierno de España seguiremos defendiendo el interés estratégico de nuestro país y al mismo tiempo incentivando y atrayendo las inversiones extranjeras con el fin de seguir impulsando la atracción de nuevas tecnologías, de innovación, de crecimiento y la creación de empleo de calidad”, como ya indicó a este periódico en la referida cumbre informal de ministros del ramo, celebrada en el Palacio de Congresos y Exposiciones de León.
Fuente: El Economista