Zegona Communications debe encontrar financiación por valor de más de 7.000 millones para poder adquirir Vodafone España. Según explican fuentes del mercado a elEconomista.es, el valor de la telecoalcanza dicha magnitud al aplicar los últimos múltiplos recientemente manejados en el sector. En el caso de la fusión de Orange y MásMóvil, la valoración del grupo amarillo se estimó en 7,5 veces ebitda, lo que proyectaría una tasación cercana a los 7.200 millones para la filial española del grupo británico, toda vez que la teleco reportó 957 millones de euros de beneficio bruto de explotación antes de intereses, impuestos y amortizaciones en 2022.
Otros expertos del sector consideran que únicamente los activos de red podrían valorarse en el entorno de los 4.000 o 4.500 millones de euros, ya que el operador rojo tiene presencia en 10,4 millones de hogares españoles, de los que 3,8 millones son de fibra óptica y otros 7,5 millones de conexiones de cable procedentes de Ono. Precisamente, la adquisición de Ono, formalizada en 2014, costó a Vodafone un total de 7.200 millones de euros. No obstante, en aquel año, la valoración del mercado era muy diferente a la actual (10,5 veces ebitda), una vez que la cotización de los grandes operadores de telecomunicaciones europeos –y por tanto el valor de sus activos– se ha desplomado en más del 40% desde entonces.
Al parque de banda ancha fija, Vodafone España suma 13,5 millones de clientes, una red de de 5G que la pasada primavera alcanzaba al 65% de la población española así como a más de 5,2 millones de líneas de Internet de las cosas. Los ingresos trimestrales de Vodafone España rondan los 1.000 millones de euros, con una tendencia alcista desde principios de año.
Los analistas de Bloomberg indicaron ayer que el precio de 5.000 millones asignado inicialmente a Vodafone por Expansión, diario que adelantó la noticia, “podría resultar decepcionante”, ya que ese importe equivale a un múltiplo de ebitda de 5,3 veces, lo que establece un suelo de valoración bajo, en contraste con un rango de múltiplos de 6,5-10 veces ebitda para operaciones comparables en Europa”.
Zegona suspendió ayer su cotización y y las acciones de Vodafone apenas se movieron
También ayuda en las comparaciones la venta de la filial húngara del grupo Vodafone, realizada el año pasado por 1.760 millones, proporcionados por la tecnológica 4iG y el fondo Corvinus, propiedad del estado magiar, en un mercado cinco veces más pequeño que el español, con apenas 9,7 millones de habitantes frente a los 47 millones de residentes en España.
Por otra parte, el fondo de capital privado Zegona sitúa en 2024 el año de su ofensiva en el mercado de las telecomunicaciones, según anticipó su primer ejecutivo, Eamonn O’Hare, en el discurso que compartió con sus accionistas la pasada primavera. En esa ocasión, el también fundador de la firma reconoció que “el entorno actual sigue planteando dificultades”, pero mostró su optimismo para “poder realizar una adquisición durante el próximo año que pueda ofrecer una rentabilidad atractiva a nuestros accionistas”.
Aquel aviso a navegantes tomó forma ayer, una vez que la compañía confirmó a los inversores que “se encuentra en conversaciones con Vodafone Group en relación con la adquisición potencial, y con los bancos en relación con su financiación”. No obstante, la empresa indica que la oferta sigue sujeta, entre otras consideraciones, “a un acuerdo final con Vodafone, la finalización de su ejercicio de diligencia debida y los correspondientes acuerdos de financiación”.
Tras la confirmación de estas conversaciones, la Bolsa de Londres decidió suspender ayer la cotización de Zegona desde las 8:00 horas. No obstante, las acciones de Vodafone Group, que también cotizan en el parqué británico, se siguen negociando aunque apenas se movieron al cierre de al sesión.
Tras las venta de Euskaltel, Zegona no ha realizado nuevas inversiones relevantes, circunstancia que el fondo justifica al indicar que ha mantenido una “férrea disciplina financiera y no hemos estado dispuestos a realizar una adquisición si no cumplía nuestros estrictos criterios financieros”.
Silencio desde Vodafone
Fuentes de Vodafone España declinaron por su parte comentar las intenciones últimas de Zegona, emplazando todas las declaraciones al grupo. No obstante, otras fuentes del sector cercanas a la telecoespañola consideran que al interés del fondo británico podrían sumarse otros grandes grupos, tras los acercamientos indirectos de firmas como Iliad, Liberty o el fondo de private equity británico Apax Partners.
Refuerza sus servicios para el grupo
Mário Vaz, consejero delegado de Vodafone España, anunció ayer en Málaga la reforzada apuesta de su grupo por la investigación, el desarrollo tecnológico y la alta tecnología que proporciona el denominado Vodafone Innovation Campus. Este ‘hub’ de innovación ha ampliado su superficie hasta los 950 metros cuadrados, distribuidos en tres edificios, con capacidad para más de 250 profesionales y la intención de alcanzar los 600 empleados en 2025.
Fuente: El Economista