Un juez español propuso que el ex jefe del fútbol español Luis Rubiales sea juzgado por el beso que supuestamente obligó a la estrella de la Copa Mundial Femenina Jenni Hermoso.

En un fallo del jueves después de su investigación preliminar, el juez Francisco de Jorge del máximo tribunal penal de España concluyó que el beso “no fue consensuado y fue un movimiento unilateral e inesperado” de Rubiales, quien enfrenta cargos de agresión sexual y coacción.

El juez también propuso procesar a otras tres personas por presuntamente presionar posteriormente a Hermoso, de 33 años, “para que hiciera una declaración pública confirmando que el beso fue consentido”. Se trata del exentrenador femenino Jorge Vilda, el director del equipo masculino, Albert Luque, y el jefe de marketing de la RFEF, Rubén Rivera.

Los tres también han sido investigados por el juez y han negado las acusaciones de que intentaron presionar a Hermoso para que defendiera a Rubiales.

Durante el incidente del 20 de agosto del año pasado, que tuvo lugar en directo ante las cámaras después de que España venciera a Inglaterra para ganar la final del Mundial femenino en Australia, Rubiales sujetó la cabeza de Hermoso con ambas manos y la besó en los labios.

Un juez español propuso que el ex jefe del fútbol español Luis Rubiales sea juzgado por el beso que supuestamente obligó a la estrella de la Copa Mundial Femenina Jenni Hermoso.

En un fallo del jueves después de su investigación preliminar, el juez Francisco de Jorge del máximo tribunal penal de España concluyó que el beso “no fue consensuado y fue un movimiento unilateral e inesperado” de Rubiales, quien enfrenta cargos de agresión sexual y coacción.

El juez también propuso procesar a otras tres personas por presuntamente presionar posteriormente a Hermoso, de 33 años, “para que hiciera una declaración pública confirmando que el beso fue consentido”. Se trata del exentrenador femenino Jorge Vilda, el director del equipo masculino, Albert Luque, y el jefe de marketing de la RFEF, Rubén Rivera.

Los tres también han sido investigados por el juez y han negado las acusaciones de que intentaron presionar a Hermoso para que defendiera a Rubiales.

Durante el incidente del 20 de agosto del año pasado, que tuvo lugar en directo ante las cámaras después de que España venciera a Inglaterra para ganar la final del Mundial femenino en Australia, Rubiales sujetó la cabeza de Hermoso con ambas manos y la besó en los labios.

Rubiales niega que el beso haya constituido agresión y ha calificado el acto como “un beso consensuado”. Hermoso ha insistido en que no fue así.

Ella presentó una demanda contra Rubiales, de 46 años, en septiembre y testificó ante el juez este mes diciendo que había sido presionada para defenderlo tanto en el vuelo de regreso de Australia como en unas vacaciones posteriores del equipo a Ibiza.

En su testimonio, dijo que había sufrido “un acoso constante por parte de los investigados, lo que alteró su vida normal, provocándole ansiedad y angustia”.

Según la legislación española, un beso no consentido puede considerarse agresión sexual, una categoría penal que agrupa todos los tipos de violencia sexual.

Las penas por tal beso van desde una multa hasta cuatro años de prisión.

Fuente: El Guardián

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